martes, 19 de julio de 2011

Escrache al Campo Militar 1. ¡No es ciclopista: es cárcel clandestina!



H.I.J.O.S. México

Escrache al Campo Militar 1. ¡No es ciclopista: es cárcel clandestina!


En el marco de la campaña "La gran fuerza de México", el Campo Militar No. 1 se abre a los civiles cual si fuera un lugar de paseo, un bonito parque para un domingo en bicicleta, para una carrera de atletismo. Sin embargo, este campo ha sido desde hace décadas un referente al hablar de represión en México, del encarcelamiento clandestino, las torturas, las desapariciones e incluso las ejecuciones extrajudiciales. En sus instalaciones funciona la cárcel clandestina más señalada en nuestro país.


Se tiene conocimiento, por testimonios y fotografías, que esta cárcel fue usada el 2 de octubre de 1968 para encerrar a cientos de estudiantes traídos de la Plaza de las Tres Culturas. Durante los años setenta y ochenta muchas personas que estuvieron dentro de estas cárceles afirmaron haber visto a más desaparecidos con vida en el mismo lugar. Pueblos enteros, como El Quemado, Guerrero, estuvieron en este lugar secuestrados, desaparecidos. Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya, desaparecidos desde 2007, fueron traídos a cárceles clandestinas de este lugar. Esto demuestra que estas mismas instalaciones han sido usadas como cárceles clandestinas por décadas, es un ejemplo claro de la continuidad del terrorismo de Estado, que nunca ha cesado.


No ha sido solo un gobierno el que ha desaparecido, asesinado, reprimido: el Estado en su totalidad lo ha hecho impunemente.

No nos cansaremos nunca de denunciar, como lo han hecho desde los setenta las Doñas del Comité Eureka!, que el Campo Militar No. 1, así como otros espacios castrenses, tiene cárceles clandestinas en donde se encuentran detenidos desde hace muchos años los desaparecidos, nuestros desaparecidos, los de todos. Los desaparecidos nos faltan a todos, todos los días. Si las Fuerzas Armadas realmente quieren dar una buena imagen a la sociedad, que liberen a los desaparecidos, que abran sus archivos y no sólo sus puertas; que dejen de violar los derechos humanos, de torturar incluso a sus iguales, a policías; que paren esta campaña de represión y que regresen a sus cuarteles. Que todos los responsables y sus cómplices sean juzgados.


Quisiéramos hoy invitarlos a no olvidar; invitar también a los soldados a no olvidar el deber ético con el que prometieron cuidar y defender a su pueblo.

Estar hoy en este espacio no es sólo un ejercicio de memoria para recordar que aquí operan cárceles clandestinas, es sobre todo la denuncia de que éstas siguen existiendo, que todas deben ser desmanteladas y las personas que están en ellas liberadas de inmediato.


Hoy estamos aquí, entramos y denunciamos este lugar como lo que es: una cárcel clandestina que debe ser abierta y una pieza fundamental en el mapa de la represión en México. No es un lugar donde se respete a la ciudadanía: es un lugar donde se violan sistemáticamente los derechos humanos.

Hoy estamos aquí... y también ellos: Alicia, Juan Carlos, Mario, Violeta, Adolfo, Artemisa, Ana María, Juan, José de Jesús, Austreberta, Rafael, Javier y muchas y muchos otros que también permanecen desaparecidos por motivos políticos: compañeros, madres, padres, maestras, campesinos, hijas, hermanos, queridos: hoy estamos como siempre a su lado, hoy venimos para que ustedes nos escuchen y sepan que seguimos su ejemplo, su lucha, que continuamos exigiendo su presentación inmediata con vida, para que juntos sigamos construyendo ese país mejor en que ustedes nos han enseñado a creer.

¡Siempre vamos a volver!

No olvidamos, No perdonamos, No nos reconciliamos.


Juicio y Castigo a los responsables y sus cómplices.


Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio.

H.I.J.O.S. México


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