miércoles, 9 de junio de 2010

Pero para Los Pinos, son mas importantes las hazañas del "Cuau", que solucionar el problema TRIQUI

  • "Es una vergüenza que caciques impongan condiciones por encima de la autoridad": Encinas
Con bloqueos y tiros impiden a caravana humanitaria llegar a San Juan Copala

Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de junio de 2010, p. 12
Santiago Juxtlahuaca, Oax., 8 de junio. A 10 kilómetros de arribar al municipio autónomo de San Juan Copala, la caravana humanitaria Bety Cariño y Jyry Jaakkola desistió de su intento de ingresar a esa localidad ante el riesgo de ser agredida por miembros de la priísta Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), quienes colocaron en el camino barricadas de piedras y grupos de mujeres resguardadas por hombres armados para impedirles el paso.
En la ciudad de Oaxaca, el secretario general de Gobierno, Evencio Nicolás Martínez Ramírez, informó que la comitiva decidió dar marcha atrás en el paraje La Pavimentada, la última desviación hacia San Juan Copala, desde donde se escucharon disparos de arma de fuego. Además el camino estaba bloqueado por Rufino Juárez, dirigente de la Ubisort, y 40 mujeres triquis, precisó.
Por seguridad de todos, por nuestra gente que está en la comunidad, nos regresamos, afirmó Macario García Merino, representante de la autoridad autónoma ligada al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui Independiente (MULTI), quien subrayó que el fallido intento demuestra que ni el gobierno puede garantizar la entrada a Copala.
La caravana, compuesta por alrededor de 300 personas, que viajaban en ocho autobuses, y tres camiones de carga con 35 toneladas de víveres, salió de Huajuapan de León alrededor de las 10:15 horas y avanzó unos 95 kilómetros hasta Laguna Encantada, paraje donde fue interceptada por elementos de la Policía Estatal Preventiva.
Astillero

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Copala y los caciques

Pero Felipe viaja

Julio Hernández López
Lipe Balón ya está listo para ir a la inauguración del Mundial aunque en Ciudad Juárez un adolescente haya sido asesinado por guardias fronterizos estadunidenses y en San Juan Copala los paramilitares propriístas hayan impedido a una caravana de paz llevar alimentos y medicina a una población sitiada. Ansias viajeras, gusto por el festín y cálculos de ganancia mediática en caso de triunfo del aguirrismo balompédico, mientras Cananea y Pasta de Conchos viven los extremos del dolor social: irritación activa en la plaza sonorense que no se rinde, a pesar de la amenaza policial multiplicada; silencio y retraimiento en la mina coahuilense que ya ha vivido mil ofensas parecidas. Pero Felipe piensa en futbol, sueña en futbol y gobierna en sintonía instrumental con las extremidades usadas para el deporte más popular del mundo. Ya una encuesta tramposa sostenida durante apenas unas horas en la página de Los Pinos le concedió permiso para salir a Sudáfrica, así es que no queda sino cumplir la orden popular marca 0.56 por ciento.
Balas gringas que cruzan la frontera para matar a un mexicano en su propia tierra, sin que el calderonismo pueda hacer más que el juego de las protestas protocolarias y el inicio de investigaciones sabidamente manipulables. Lipe Balón no quiere problemas que lo lleven a deshacer equipaje, así es que ya antes había concedido agachón beneficio de la duda ante el asesinato de Anastasio Hernández, el migrante golpeado y torturado al que en todo caso el Primer Futbolero del País prefiere entender como víctima de excesos en el cumplimiento de tareas de vigilancia y control de personal indocumentado que se resiste a tratamientos de rutina. Y ahora nomás falta que antes de subir a la escalerilla del avión rumbo al Mundial, el aficionado Calderón anuncie que Sergio Adrián Hernández es un simple daño colateral, un sicario infantil que se pasó mentalmente el retén de los gringos y trató de agredirlos con un cuerno de chivo disparador de piedras. Por lo pronto, el gobierno de Obama lamenta los hechos pero tiende una cortina de protección al decir que los agentes estadunidenses fueron atacados por un número indeterminado de mexicanos (¿no irían allí Jacinta y las demás mujeres queretanas acusadas de secuestrar a una bola de afis ellas solitas?) que amenazaron con líticas armas a los robots fronterizos de tecnología apabullante. Legítima defensa internacional, podría alegar Washington: guerra preventiva contra potenciales espaldas mojadas que de cruzar el río podrían derribar torres gemelas a pedradas.
Grabación con el testimonio de Jesús Hernández, padre del menor asesinado.


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