miércoles, 5 de octubre de 2011

Pronunciamiento Día Nacional del Maíz: Por Nuestro Derecho a la Alimentación, Sembremos Paz



Pronunciamiento Día Nacional del Maíz: Por Nuestro Derecho a la Alimentación, Sembremos Paz
Desde 2009 celebramos el Día Nacional de Maíz con el fin de impulsar una lucha ciudadana por la defensa de las personas campesinas e indígenas de México, en contra de los transgénicos...
Sin Maíz no hay País

Campaña Sin Maíz no hay País

Desde 2009 celebramos el Día Nacional de Maíz con el fin de impulsar una lucha ciudadana por la defensa de las personas campesinas e indígenas de México, en contra de los transgénicos, por el derecho a la alimentación, por la unidad del campo y la ciudad, en la defensa de la soberanía alimentaria, y por construir junto/as una vida digna para el pueblo mexicano.

Han pasado tres años y nuestro país se encuentra hoy en una crisis profunda que, como siempre, afecta más a las personas que menos tienen. Esta situación es muy dolorosa y parece que no hay salida. La militarización de la vida del país, las constantes violaciones a derechos humanos, la violencia y la creciente ola de desplazamientos forzados, secuestros y asesinatos, nos obligan a redoblar esfuerzos para encontrar alternativas esperanzadoras.

El campo ha sido abandonado por el Gobierno. Desde hace veinticinco años Salinas decidió que era mejor importar alimentos de mala calidad que producirlos en el país con lo que hemos perdido no sólo la soberanía alimentaria sino a millones de mexicana/os que han debido migrar en las peores condiciones. Mujeres y hombres jóvenes no encuentran oportunidades para vivir dignamente, es por ello que se ven obligados a arriesgar la vida cruzando las fronteras, en el “mejor de los casos”. Hoy en las comunidades rurales ha crecido la pobreza de la mano con la violencia y la inseguridad.

Desde los años ochenta y después de 1994 con la firma del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, aumentaron las importaciones de granos básicos de Estados Unidos arrasando con nuestra producción nacional y forzándonos a consumir el maíz de baja calidad al precio que deciden las empresas trasnacionales de alimentos. Así los gobiernos del PRI y el PAN renunciaron a nuestra soberanía y seguridad alimentaria. Por eso hoy:

- Tenemos que comprarle a EU casi la mitad de lo que comemos en el país

-Cada año, más de medio millón de compatriotas rurales, dejan de sembrar y migran, porque su nación los expulsa.

Por eso la campaña Sin Maíz No Hay País propone unir a los mexicanos en el grito: Por Nuestro Derecho a la Alimentación, Sembremos Paz.

Es hora de formar una comunidad amplia y combativa que con alegría, paz y creatividad, y al mismo tiempo con fuerza y conciencia, reconstruya el tejido social y tome en sus manos la alimentación de los mexicanos, es urgente reactivar el campo mexicano y dar el lugar que se merecen a quienes por siglos nos han alimentado: las y los campesinos mexicanos. Celebrar el Día del Maíz es parte de este reconocimiento, es una invitación a que junto con campesinos y campesinas, seamos guardianes de los maíces blancos, amarillos, negros, rojos que nos heredaron nuestros antepasados. Todos compartimos la cultura del maíz, ahora nos toca honrar a nuestras abuelas y abuelos que nos dieron este alimento primordial que es vida y cultura.

La dependencia alimentaria y el hambre pueden combatirse con esta sencilla propuesta: alimentos campesinos para México.

¡Ya logramos el reconocimiento constitucional del Derecho a la Alimentación,

Ahora tenemos que hacerlo realidad!

El derecho a la alimentación “significa que todas las personas tengan acceso físico y económico, de manera individual y colectiva, de forma regular y permanente, a una alimentación cuantitativa y cualitativamente adecuada y suficiente, y a los medios necesarios para producirla, de forma que se corresponda con las tradiciones culturales de cada población y que garantice un vida física y psíquica satisfactoria y digna.”

La alimentación es un derecho fundamental que hasta este año fue reconocido en la Constitución de México con las modificaciones a los artículos 4 y 27, obligando al Estado a garantizar las condiciones para que todos los mexicanos tengan acceso a alimentos de calidad y a protegerlos contra el hambre. Estas reformas son un logro de la sociedad civil cuya lucha empezó desde el 16 de octubre de 1992 cuando ciudadanos y organizaciones de la sociedad civil presentaron a la LV Legislatura de la Cámara de Diputados la propuesta de legislar los derechos alimentarios de nuestro pueblo. Hoy después de 19 años hemos ganado la batalla, lo que también debemos celebrar. Ahora tenemos que exigirle al Estado que vigile y haga cumplir ese derecho.

La dependencia alimentaria debe terminar pues ha creado graves problemas en nuestra alimentación y perjudica a campesinas y campesinos, a las tradiciones, los usos y costumbres mexicanas, y los ganadores son las trasnacionales. Los productos campesinos y en especial nuestro maíz y necesitan hoy como nunca de nuestra protección ante la amenaza del abandono y antes de que el hambre llegue a la mayoría de los hogares mexicanos. Los campesinos deben producir alimentos para todos, con apoyo del Estado y la sociedad.

El maíz nativo, corazón y sustento de la población de México, enfrenta una amenaza: la siembra comercial de maíz transgénico, propiedad de trasnacionales como Monsanto, que pronto contaminará nuestras variedades nativas, destruyendo este patrimonio y obligando a los campesinos y campesinas a comprar las semillas a estas empresas proveedoras. Ya no seremos libres de sembrar lo nuestro y habremos perdido la tradición ancestral de la milpa como sistema de producción y símbolo de la diversidad cultural, sino evitamos que se contaminen los maíces nativos, y obligando al gobierno la prohibición de transgénicos. Está en riesgo la autonomía de los campesinos que tienen que seguir siendo dueños de sus semillas.

NUESTRA PROPUESTA:

Combatir la dependencia alimentaria y el hambre fomentando la producción campesina e indígena de alimentos para las y los mexicanos con políticas públicas favorables al desarrollo sustentable de un agro con campesinos. Que valoren y retribuyan de manera justa a los productos del campo.

Luchar por el reconocimiento de los derechos de las mujeres rurales e indígenas; crear espacios de desarrollo personal, autocuidado intercambio con otras mujeres, organizaciones y redes, porque se reconozcan y escuchen sus voces y se reconozca plenamente su trabajo.

Exigir al Estado y vigilar desde nuestros espacios que se cumpla el Derecho Constitucional a la Alimentación, recientemente conquistado por la sociedad civil mexicana. Proponemos Pasar del consumismo al derecho a decidir qué comer.

Defender, proteger y resguardar nuestras semillas y los bienes naturales; en especial los maíces nativos de los pueblos campesinos e indígenas, de la contaminación por semillas transgénicas que amenazan el principal patrimonio alimentario del país, exigiendo la prohibición de siembras de transgénicos que el gobierno ha permitido a las grandes transnacionales.

www.campañanacionaldelmaiz.org

Contacto: dianacionaldelmaiz@sinmaiznohaypais.org

Ciudad de México el día 29 de Septiembre del 2011


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