miércoles, 21 de agosto de 2013

73 aniversario luctuoso de León Trotsky



En este mes de agosto se conmemora el 73 Aniversario Luctuoso de León Trotsky, quien fue asesinado el 21 de agosto de 1940 en su casa de Coyoacán por Ramón Mercader,  mercenario que actuó bajo las ordenes de José Stalin. Como cada año,  habrá una ceremonia el 21 de agosto, que encabezará Esteban Volkov, nieto de León Trotsky  y tendremos además un gran número de actividades que enlistamos a continuación,  a las  cuales les extendemos una cordial invitación, esperando contar con su amable presencia.

Programa Miércoles 21 de agosto de 2013 

"73 Aniversario Luctuoso de León Trotsky"

11:30 hrs. 
Se develará una  placa conmemorativa en memoria de Javier Wimer Zambrano, reconocido intelectual y diplomático mexicano, fundador el 21 de agosto de 1990, del Instituto del Derecho de Asilo-Museo Casa de León Trotsky, A.C.

12:30 hrs.
Interpretación del himno de la IV Internacional, depósito de ofrenda floral en la estela funeraria de León Trotsky, en el jardín del Museo Trotsky y palabras de Esteban Volkov Bronstein, nieto de Trotsky.  

13:15 hrs
Premiere del documental "Mis memorias con Trotsky" , dirigido por Adolfo García Videla, en el que Esteban Volkov, nieto de León Trotsky, narra sus memorias desde su infancia, cuando quedó huérfano al ser fusilado su padre por el régimen estalinista y tras el suicidio de su madre, agobiada por la terrible e inhumana persecución que la familia de Trotsky, en particular,  y miles de personas más, padecieron durante la época estalinista, hasta su llegada a México en 1939, cuando su abuelo, el viejo revolucionario bolchevique decidió tomarlo en adopción y lo que sucedió en torno a su vida desde entonces,  los dos atentados que sufrió Trotsky, su asesinato y la lucha larga lucha, que continúa hasta el presente, para preservar la última casa en que vivió Trotsky y el legado del legendario líder revolucionario. 

18:30 hrs. 
Proyección, dentro del Cineclub Trotsky, de la película "Octubre" de Sergei Eisenstein. 


1.- Cine club Trotsky presenta en ciclo: "Sergei Eisenstein"  en memoria de este gran cineasta ruso, presentando este miércoles 21 de agosto, a las 18:30 hrs. la película "Octubre".  Es entrada libre. 



  
2.- Seminario: "Economía Política Contemporánea: Teoría y análisis",  auspiciado por la Facultad de Economía de la UNAM y el Instituto del Derecho de Asilo-Museo Casa de León Trotsky, A.C.  Se llevará a cabo todos los martes, del 13 de agosto al 12 de noviembre, de las 17 a las 19 hrs., en el auditorio del Museo León Trotsky y consta de 14 sesiones, impartidas por maestros  e investigadores de renombre. 
La entrada es libre.  

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3.- El jueves 22 de agosto, a las 18:00 hrs, se presenta en el auditorio del Museo León Trotskyel libro "La lucha contra el fascismo en Alemania" de León Trotsky, editado por el CEIP-Argentina y el Instituto del Derecho de Asilo-Museo Casa de León Trotsky, A.C.  Lo presentan Esteban Volkov, nieto de León Trotsky, Jimena Vergara, representante del CEIP y José Antonio González de León, director del Museo León Trotsky.  La entrada es libre. 

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4.- Taller: Cine, poder y emociones. Todos los jueves de septiembre del 5 al 3 de octubre. De 17:00 a 20:00 hrs.

El Museo Casa de León Trotsky,  invita al taller: Cine, poder y emociones 
(Una introducción al cine)  Impartido por el Dr. Eduardo Barraza. 

¿Cómo se representa el poder social y político en el cine? 
¿Qué puede significar, en términos emocionales, esa representación? 
Más que respuestas, los participantes podrán conocer las herramientas 
para construir modelos de interpretación, basados en los materiales 
constituidos por algunos hitos del cine antiguo y contemporáneo; 
así como algunas novedades teóricas. 

Este taller consta de 5 sesiones

 Informes e inscripciones:
 Comunicarse al tel. 56 58 87 32  con Miguel Mouriño  y/o Rosa Elba Blengio 
o solicita información a los correos:  rossiblengio@hotmail.com  y   museotrotsky@hotmail.com

Se adjuntan a esta invitación ficha curricular del Dr. Eduardo Barraza y temario del taller.

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Miguel Angel Mouriño Fajardo
Coordinador de  Comunicación Social y Difusión Cultural
Instituto del Derecho de Asilo-Museo Casa de León Trotsky, A.C.
Av. Río Churubusco 410, Col. del Carmen, Coyoacán. México, D.F. C.P. 04100
55-54-06-87 y 56-58-87-32 (tel/fax)
www.museocasadeleontrotsky.blogspot.com


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Miguel Angel Mouriño Fajardo
Coordinador de Comunicación Social y Difusión Cultural 
Instituto del derecho de Asilo-Museo Casa de León Trotsky, A.C.
Av. Río Churubusco 410, Col. Del Carmen, Coyoacán C.P 04100 México,  DF
Tels. 56-58-87-32 y 55-54-06-87

A 70 años del asesinato de Trotsky
Trotsky: un timonel del siglo

Correspondencia de Prensa

Nota introductoria al artículo
El 20 de agosto de 1940, Ramón Mercader del Río (Barcelona 1914-La Habana 1978), alias Frank Jacson, alias Jacques Mornand, asestaba el golpe mortal a León Trotsky en su refugio mexicano de Coyoacán. Era, según Víctor Serge, la medianoche del siglo: un año después de la victoria fascista en la guerra civil española; cuando Hitler y sus tropas nazis avanzaban imparables en los campos de batalla de Europa; mientras Stalin aseguraba su dominio despótico en la URSS y en el “movimiento comunista” internacional.

70 años más tarde, el mundo se parece en casi nada al de entonces. Pero ese asesinato político, “uno de los crímenes más reveladores del siglo XX” - como lo define el notable escritor cubano Leonardo Padura -, es un acontecimiento contemporáneo. Un símbolo emblemático de lo que fue el estalinismo. Que, a su vez, explica la crisis y posterior derrumbe del mal llamado “socialismo real”. Vale decir, la historia de ahora mismo.

Habría pues que utilizar este nuevo aniversario para re-pensar el horizonte de nuestra lucha socialista. Dejando a un lado la liturgia cargada de gestualidad. Además, claro está, de rescatar la memoria que alguna vez la infamia pretendió sepultar. Por el camino quedaron cuarenta millones de personas - “gente común” - víctimas de un sistema brutal, burocrático, policial, que estimuló la delación y la traición. Y dos millones de miembros del Partido asesinados en las prisiones y en los campos del Gulag. También, una cifra incalculable de verdaderos comunistas que se atrevieron, con coraje militante y decisión política, a desafiar la máquina contrarrevolucionaria del estalinismo.

Es difícil borrar o banalizar esas huellas de la historia. Sería, por otra parte, inmoral. El recuerdo, entonces, continúa actual. Así como la reivindicación de una herencia esencial: la de León Trotsky.

El artículo que presentamos de Daniel Bensaïd fue escrito hace diez años para el semanario Rouge (Francia), por entonces semanario de la Liga Comunista Revolucionaria. Su lectura mantiene la más plena vigencia. Fue publicado en Convergencia Socialista Nº 12, México, noviembre-diciembre 2000, revista del Partido Revolucionario de los Trabajadores. (Redacción de Correspondencia de Prensa).

Trotsky: un timonel del siglo  (por Daniel Bensaïd (1946-2010)

¿Por qué este asesinato? Si dejamos de lado la personalidad perversa de Stalin, habría que volver a partir de los últimos combates de Trotsky, es decir, todo el período mexicano durante el cual llevó adelante principalmente tres grandes luchas en una fase de hundimiento de la esperanza.

Buscó, en primer lugar, evitar toda confusión posible entre revolución y contrarrevolución, entre la fase de octubre de 1917 y el Termidor estalinista. Lo hace fundamentalmente organizando desde su llegada a México, en momento del segundo proceso de Moscú, la Comisión de Investigación Internacional presidida por el filósofo norteamericano John Dewey. Quinientas páginas de documentos desarticulan el mecanismo de falsificación de las amalgamas políticas. El segundo combate es la comprensión de los encadenamientos hacia una nueva guerra, en una fase donde iban a exacerbarse los chovinismos y a oscurecerse los enfrentamientos de clase. Finalmente, el tercer combate, ligado a los precedentes, es el de la fundación de una nueva Internacional proclamada en 1938, pero proyectada al menos cinco años antes de la victoria de Hitler en Alemania, que él no concebía como la reunión de los marxistas revolucionarios únicamente, sino como una herramienta volcada para las tareas del momento. Es en este trabajo que Trotsky pudo, en ese momento, vivirse como irremplazable.

Tiempo de derrotas

Trotsky se equivoca en sus pronósticos, cuando hace un paralelo entre los hechos que siguieron a la Primera Guerra Mundial y los que podrían resultar de la Segunda. El error reside en el hecho de que los movimientos obreros se encuentran entonces en situaciones muy diferentes. En la Segunda Guerra Mundial se acumulan muchos factores; pero el cualitativo es, sin duda, la contrarrevolución burocrática de la URSS durante los años 1930. Con un efecto de contaminación sobre el conjunto del movimiento obrero y su componente más revolucionario.
Hay allí una suerte de mal entendido, del cual la desorientación de muchos comunistas franceses delante del pacto germano-soviético es la ilustración más perfecta. Pero se agregan derrotas cualitativas, como la victoria del nazismo en Alemania y del fascismo en Italia, la derrota de la Guerra Civil Española, el aplastamiento de la segunda revolución en China. Una acumulación de derrotas sociales, morales e inclusive físicas, que nos cuesta imaginar. Pero no podemos jamás considerar que todo estaba predeterminado.

Uno de los errores importantes de Trotsky, es haber imaginado que la guerra significaría de manera ineluctable la caída del estalinismo, así como la guerra franco-alemana de 1870 había significado la estocada final del régimen bonapartista en Francia. Estamos en 1945, momentos del estalinismo triunfante, con sus aspectos contradictorios. Todo esto está muy bien ilustrado en el libro de Vassili Grossman, “Vida y Destino”, sobre la batalla de Stalingrado. A través de los combates, vemos allí despertar a la sociedad e inclusive escapar parcialmente de la empresa burocrática. Podemos encarar la hipótesis de un relanzamiento de la dinámica de Octubre. Los veinte años transcurridos desde los años 1920 son un intervalo corto. Pero lo que dice el libro de Grossman a continuación es impactante. ¡Stalin es salvado por la victoria! No se les pide cuentas a los vencedores. Es el gran problema para la inteligencia de esa época.
Las implicaciones teóricas son importantes. En su crítica al totalitarismo burocrático, si Trotsky ve muy bien la parte de coerción policial, subestima el consenso popular ligado a la dinámica faraónica, incluso a un precio fuerte, conducida por el régimen estalinista. Hay aquí un punto oscuro que merecería ser retomado.

Dicho esto, después de la guerra, está la responsabilidad específica de los partidos comunistas. En el cuadro del reparto del mundo - el famoso encuentro Stalin-Churchill donde ellos se reparten Europa a lápiz azul - hay empujes sociales importantes o prerrevolucionarios; en Francia, con fuerzas en parte exiguas, pero con ventajas en Italia y Grecia. Y aquí, podemos francamente hablar de traición, de subordinación de los movimientos sociales a los intereses de los aparatos. Esto no quiere decir automáticamente una revolución victoriosa, sino una dinámica de desarrollo y una cultura política del movimiento obrero seguramente diferentes. Lo que acarrea otras posibilidades. También hay que recordar el famoso “hay que saber terminar una huelga” del secretario del PCF, Maurice Thorez, o la actitud del PC italiano en el momento del atentado a Togliatti. Pero lo peor y lo más trágico han sido la derrota de la revolución española, y el desarme de la resistencia y la revolución griega. Luego, el veto estalinista al proyecto de Federación Balcánica, entonces la única solución política, y la demora, frente a la cuestión de las nacionalidades en los Balcanes.

Lo necesario y lo posible

En resumen, el destino trágico de Trotsky ilustra la tensión entre lo necesario y lo posible. Entre la transformación social que responde a los efectos de un capitalismo en descomposición y las posibilidades inmediatas. Encontramos esto ya al leer la correspondencia de Marx. En cuanto al aporte teórico y estratégico este es considerable. Especialmente en el análisis del desarrollo desigual y combinado de las sociedades, comenzando por la Rusia de 1905 o la percepción de las modalidades actuales del imperialismo. Pero allí donde es irremplazable, a pesar de las lagunas, es en el análisis del fenómeno inédito en su época, y difícilmente comprensible, de la contrarrevolución estalinista.
Desde este punto de vista, Trotsky es un timonel. Lo que no significa una referencia piadosa ni exclusiva. Tenemos, al contrario, la tarea de transmitir una memoria pluralista del movimiento obrero y de los debates estratégicos que lo han atravesado. Pero en ese paisaje y ese paisaje peligroso, Trotsky es un punto de apoyo indispensable. 

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