#AlertaAtenco ¿Que pretende el Comisariado Ejidal en la Asamblea convocada para el 1 de Junio?
ELLOS CONVOCAN: “A poner a consideración de la asamblea el cambio de destino de uso común y de caminos a tierras parceladas”.
LO QUE SIGNIFICA: LA CANCELACIÓN DEL USO COLECTIVO de las tierras, la división y asignación de las parcelas resultantes a sujetos privados.
CONSECUENCIA: Aunque las tierras sean legalmente de los ejidatarios, a quien beneficia la zona de uso común es al pueblo en su conjunto, sean ejidatarios o no. ES TODO EL PUEBLO EL QUE PIERDE: el parque ejidal “los Ahuehuetes”, el lago de Xalapango, caminos, zanjas, oficinas ejidales, escuelas, el jagüey, los cerros Tepetzingo y Huatepec y los pozos de riego y todos los recursos naturales que en ellos hay dejarán de ser espacios y beneficios de todos.
ELLOS CONVOCAN: “A someter a consideración la adopción de dominio pleno sobre las parcelas ejidales”
LO QUE SIGNIFICA: La DESAPARICIÓN DEL EJIDO, la privatización y fragmentación del territorio para dar paso a la venta de la tierra.
CONSECUENCIA: EL CAMPESINO DEJA DE SER EJIDATARIO Y PIERDE DERECHOS como: defender la tierra conjuntamente, la protección de su tierra ante la ley, elegir comisariado y decidir sobre el destino de la tierra.
¿Qué está en riesgo?
Al transformarse en propietario privado, el campesino debe pagar por el título de propiedad, el predial y puede perder su terreno en caso de endeudamiento. Siendo propietarios individuales es más difícil conservar las tierras de las que se beneficia todo el pueblo.
Hermano ejidatario: JUNTOS somos fuertes para defender lo que nos pertenece como comunidad y el futuro de nuestros hijos y nietos. Si desaparecen las tierras de uso común y se privatiza el ejido, entonces todo tipo de presiones obligarían al propietario individual a deshacerse de la tierra en condiciones desventajosas.
Se pretende eliminar en unas horas el Ejido en Atenco, herencia de los pueblos indígenas y campesinos que sobrevive desde la Revolución, sin una verdadera información. Sin oportunidad verdadera de discutir el impacto en las comunidades, de la misma forma en que acostumbran decidir los gobernantes sobre los temas que afectan la vida de los pueblos.
Esta es una estrategia de despojo para avanzar en la construcción del megaproyecto de aeropuerto, industria, urbanización y comercio en gran escala en nuestro territorio.
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra
LO QUE SIGNIFICA: LA CANCELACIÓN DEL USO COLECTIVO de las tierras, la división y asignación de las parcelas resultantes a sujetos privados.
CONSECUENCIA: Aunque las tierras sean legalmente de los ejidatarios, a quien beneficia la zona de uso común es al pueblo en su conjunto, sean ejidatarios o no. ES TODO EL PUEBLO EL QUE PIERDE: el parque ejidal “los Ahuehuetes”, el lago de Xalapango, caminos, zanjas, oficinas ejidales, escuelas, el jagüey, los cerros Tepetzingo y Huatepec y los pozos de riego y todos los recursos naturales que en ellos hay dejarán de ser espacios y beneficios de todos.
ELLOS CONVOCAN: “A someter a consideración la adopción de dominio pleno sobre las parcelas ejidales”
LO QUE SIGNIFICA: La DESAPARICIÓN DEL EJIDO, la privatización y fragmentación del territorio para dar paso a la venta de la tierra.
CONSECUENCIA: EL CAMPESINO DEJA DE SER EJIDATARIO Y PIERDE DERECHOS como: defender la tierra conjuntamente, la protección de su tierra ante la ley, elegir comisariado y decidir sobre el destino de la tierra.
¿Qué está en riesgo?
Al transformarse en propietario privado, el campesino debe pagar por el título de propiedad, el predial y puede perder su terreno en caso de endeudamiento. Siendo propietarios individuales es más difícil conservar las tierras de las que se beneficia todo el pueblo.
Hermano ejidatario: JUNTOS somos fuertes para defender lo que nos pertenece como comunidad y el futuro de nuestros hijos y nietos. Si desaparecen las tierras de uso común y se privatiza el ejido, entonces todo tipo de presiones obligarían al propietario individual a deshacerse de la tierra en condiciones desventajosas.
Se pretende eliminar en unas horas el Ejido en Atenco, herencia de los pueblos indígenas y campesinos que sobrevive desde la Revolución, sin una verdadera información. Sin oportunidad verdadera de discutir el impacto en las comunidades, de la misma forma en que acostumbran decidir los gobernantes sobre los temas que afectan la vida de los pueblos.
Esta es una estrategia de despojo para avanzar en la construcción del megaproyecto de aeropuerto, industria, urbanización y comercio en gran escala en nuestro territorio.
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra
http://atencofpdt.blogspot.mx
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Aprueban en "irregular" asamblea ejidal cambio de uso de suelo en Atenco
San Salvador Atenco. Con una asamblea “irregular e ilegal”, porque se permitió participar a personas que se hicieron pasar como ejidatarios y se les dio derecho a voto, además de que hubo duplicidad de representantes y se impidió la entrada a campesinos opositores, la asamblea ejidal de San Salvador Atenco, encabezada por Andrés Ruiz Méndez, de filiación priísta, aprobó hoy el cambio de destino de casi dos mil hectáreas al pasar de uso común a terrenos parcelados y a dominio pleno, a fin de poder enajenar las tierras.
Unos 300 integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y activistas de diversas organizaciones estudiantiles, obreras y sociales efectuaron un cordón de Paz y Dignidad en contra de la asamblea porque consideran que el cambio en el uso del suelo es el primer paso para la venta de sus tierras al gobierno federal que persiste en su propósito de llevar a cabo sus proyectos, como la construcción del aeropuerto alterno a la ciudad de México en tierras atenquenses.
Por la mañana, al menos 200 priístas y policías vestidos de civil que se autodenominaron “Atenco, Paz y Progreso” impidieron el paso del Cordón de Paz y Dignidad que efectúan campesinos del Frente de Pueblos en Defensa de La Tierra (FPDT) y activistas de diversas organizaciones estudiantiles obreras y sociales.
El Cordón de Paz y Dignidad de atenquenses se realizó por segunda vez frente al sitio donde se llevó a cabo la reunión del comisariado ejidal del pueblo de San Salvador Atenco y en la que ejidatarios encabezados por su presidente Andrés Ruíz Méndez de afiliación priísta, pretende llevar a cabo el cambio de uso de suelo de más de mil hectáreas de uso común al dominio pleno para poder enajenarlas.
Desde temprana hora, unos 300 integrantes del FPDT y activistas de organizaciones como el SME, estudiantes de la UNAM y diversas ONGS se dieron cita en la explanada principal de Atenco para realizar el segundo cordón de Paz y Dignidad contra la asamblea ejidal porque consideran que el cambio de uso de suelo para poder enajenar la tierra, significa el primer paso para la venta de sus tierras al gobierno federal para poder llevar a cabo sus proyectos como la construcción del aeropuerto alterno a la ciudad de México en tierras atenquenses.
Al mismo tiempo, a unas cuatro cuadras en un inmueble privado el comisariado ejidal convocó a la asamblea ejidal. Frente al recinto arribaron un grupo de priístas, policías vestidos de civil y supuestos hijos de ejidatarios que portaban una camisa blanca en la que se leía: “Atenco, Paz y Progreso” para hacer frente a los atenquenses e impedir su paso. Al filo de las diez horas, la caravana del FPDT y activistas encabezados por Ignacio del Valle, Adán Espinosa, Trinidad ramírez y Martha Pérez, caminaron hasta donde se llevaba a cabo la asamblea.
Las batallas venideras
Atenco y la dignidad de asumir al enemigo
En el año 2010, cuando aún permanecían en el penal de máxima seguridad del Altiplano Felipe Álvarez e Ignacio Del Valle, dos de los integrantes más representativos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), se concretó el despojo de tierras en la comunidad de San Cristóbal Nexquipayac; esos terrenos, como los de Santa Isabel Ixtapa y otros pueblos, forman parte del municipio de Atenco. La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) empleó mecanismos similares a los que hoy pretenden aplicarse en San Salvador Atenco, cabecera del municipio, para que “legalmente” las tierras comunales cambien de uso y puedan ser vendidas con la finalidad de dar paso al proyecto aeroportuario derrotado ya en una ocasión hace poco más de diez años. En Nexquipayac, lo mismo que hoy en San Salvador Atenco, la convocatoria a la Asamblea ejidal se realizó en condiciones más que irregulares. Violando tradiciones y leyes agrarias, la sede fue afín a los priistas, se ofrecieron miles de pesos a los ejidatarios que lograran convencer a otros para votar por el cambio de uso de suelo; se maiceó –porfirianamente hablando-, a quienes, en teoría, como representantes populares deben defender los ejidos; se llevó a cabo una sola Asamblea de modo fast track, sin importar que un tema como la venta de la tierra requiere una profusa discusión entre los directamente afectados; finalmente, la presencia de los funcionarios de CONAGUA sirvió como acicate para concretar el trato. Vale decir, además, que al terminar la Asamblea, de manera inmediata, se firmó el convenio con la CONAGUA. Algunos ejidatarios, encantados con la oferta, recibieron hasta un millón quinientos mil pesos, pero a cuatro años de distancia el dinero se ha esfumado. Ahora se encuentran a la deriva: sin dinero y sin tierra.El FPDT ha insistido, no sin razón, en que las condiciones actuales para la resistencia no son las mismas que en el año 2001. Sin embargo, existe una sola que desde el decreto emitido por Vicente Fox no ha variado: las tierras de San Salvador Atenco son indispensables para concretar el proyecto de aeropuerto. Por más que, con la venta de tierras en otros poblados, exista un cerco hacia San Salvador Atenco encabezado por la CONAGUA, es necesario el arrebato de los ejidos en esa comunidad que, con los años, se convirtió en el centro de la lucha campesina atenquense. Mientras en las tierras comunales de ese pueblo no exista un cambio en el uso de suelo, mientras continúe la resistencia pertinaz del FPDT, y la porfía de los campesinos y ejidatarios que le dan vida, la amenaza de despojo no cesará.
El pasado 18 de mayo, el priismo de viejo cuño pretendió llevar a cabo una Asamblea cuyo objetivo principal era votar el cambio de uso de suelo y el dominio pleno de las tierras ejidales. Las irregularidades, como ocurrió en Nexquipayac, fueron el caballo de batalla para quienes buscan la entrega de los terrenos. La Asamblea fue convocada en un espacio vinculado, por cierto, a priistas del pueblo. La sesión intentó llevarse a puerta cerrada, sin posibilidad siquiera de que los pobladores pudieran escuchar las discusiones como tradicionalmente ocurre. Quienes pretenden legalizar la venta de la tierra no son sino los mismos que desde el 2001 creyeron en las bondades del aeropuerto; son los mismos que en 2006 sirvieron de quinta columna para señalar las casas que fueron allanadas en el brutal operativo del mayo rojo; son los mismos que, una y otra vez, apostaron por el dinero y las migajas del poder antes que por la historia y el amor a su pueblo.
Finalmente, la Asamblea no tuvo el quórum necesario para llevarse a cabo. Erróneamente, algunos medios como La Jornada reseñaron que el Cordón de Paz, convocado por el FPDT para ese día ante el riesgo latente de violencia, fue el que impidió su realización. La versión, además de confusa e ingenua, cuando no mal intencionada, está muy alejada de lo sucedido. Vale la pena señalar, por un lado, que era necesario –incluso con todas las irregularidades ya sabidas-, reunir a más de 500 ejidatarios para una decisión de tal envergadura. De esa cantidad, poco más de 300 debían votar por el cambio de uso de suelo y dominio pleno de la tierra. Los priistas, luego de toda su maquinaria empleada, congregaron a menos 200 personas. Quienes, siendo o no del FPDT, asistieron a la Asamblea pero sin firmar lista de asistencia y, por tanto, sin reconocerla también fueron alrededor de 200. Los números, en uno y otro caso, llaman la atención. Hay, sin duda, y por el momento, una especie de empate.
Los participantes en el Cordón de Paz y Dignidad no impidieron la realización de la Asamblea pero fueron, en cambio, testigos del operativo montado por el PRI en la intentona de avalar el despojo. Los medios de comunicación alternativos jugaron, sin duda, un papel trascendente al dar a conocer qué ocurría en la comunidad atenquense. Si, por el momento, los priistas fracasaron en su cometido, incluso a pesar de sus consabidos deseos y esfuerzos, nada señala que desistirán en éste, bien a mediato o a largo plazo. El PRI que desgobierna nuestro país ha impuesto, se reconozca o no, un cerco mediático hacia la incansable lucha del FPDT. Ha cumplido, al pie de la letra, la agenda de los magnates empresariales que, con Peña Nieto y detrás de él, hunden a México en el más bochornoso de sus presentes.
Atenco es un dique a derribar. Pero el FPDT y la solidaridad más genuina que lo identifica, bien sabe de la dignidad de “asumir al enemigo”. Por lo pronto, esta organización tan hija de Zapata, convoca a que quienes con ellos caminan participen, este 1 de junio, en el segundo Cordón de Paz y Dignidad. Asumamos, como el FPDT lo mandate, dignamente al enemigo.
El pasado 18 de mayo, el priismo de viejo cuño pretendió llevar a cabo una Asamblea cuyo objetivo principal era votar el cambio de uso de suelo y el dominio pleno de las tierras ejidales. Las irregularidades, como ocurrió en Nexquipayac, fueron el caballo de batalla para quienes buscan la entrega de los terrenos. La Asamblea fue convocada en un espacio vinculado, por cierto, a priistas del pueblo. La sesión intentó llevarse a puerta cerrada, sin posibilidad siquiera de que los pobladores pudieran escuchar las discusiones como tradicionalmente ocurre. Quienes pretenden legalizar la venta de la tierra no son sino los mismos que desde el 2001 creyeron en las bondades del aeropuerto; son los mismos que en 2006 sirvieron de quinta columna para señalar las casas que fueron allanadas en el brutal operativo del mayo rojo; son los mismos que, una y otra vez, apostaron por el dinero y las migajas del poder antes que por la historia y el amor a su pueblo.
Finalmente, la Asamblea no tuvo el quórum necesario para llevarse a cabo. Erróneamente, algunos medios como La Jornada reseñaron que el Cordón de Paz, convocado por el FPDT para ese día ante el riesgo latente de violencia, fue el que impidió su realización. La versión, además de confusa e ingenua, cuando no mal intencionada, está muy alejada de lo sucedido. Vale la pena señalar, por un lado, que era necesario –incluso con todas las irregularidades ya sabidas-, reunir a más de 500 ejidatarios para una decisión de tal envergadura. De esa cantidad, poco más de 300 debían votar por el cambio de uso de suelo y dominio pleno de la tierra. Los priistas, luego de toda su maquinaria empleada, congregaron a menos 200 personas. Quienes, siendo o no del FPDT, asistieron a la Asamblea pero sin firmar lista de asistencia y, por tanto, sin reconocerla también fueron alrededor de 200. Los números, en uno y otro caso, llaman la atención. Hay, sin duda, y por el momento, una especie de empate.
Los participantes en el Cordón de Paz y Dignidad no impidieron la realización de la Asamblea pero fueron, en cambio, testigos del operativo montado por el PRI en la intentona de avalar el despojo. Los medios de comunicación alternativos jugaron, sin duda, un papel trascendente al dar a conocer qué ocurría en la comunidad atenquense. Si, por el momento, los priistas fracasaron en su cometido, incluso a pesar de sus consabidos deseos y esfuerzos, nada señala que desistirán en éste, bien a mediato o a largo plazo. El PRI que desgobierna nuestro país ha impuesto, se reconozca o no, un cerco mediático hacia la incansable lucha del FPDT. Ha cumplido, al pie de la letra, la agenda de los magnates empresariales que, con Peña Nieto y detrás de él, hunden a México en el más bochornoso de sus presentes.
Atenco es un dique a derribar. Pero el FPDT y la solidaridad más genuina que lo identifica, bien sabe de la dignidad de “asumir al enemigo”. Por lo pronto, esta organización tan hija de Zapata, convoca a que quienes con ellos caminan participen, este 1 de junio, en el segundo Cordón de Paz y Dignidad. Asumamos, como el FPDT lo mandate, dignamente al enemigo.
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