domingo, 5 de junio de 2011

Discurso de la senadora Rosario Ibarra de Piedra, en la asamblea informativa del Movimiento Regeneración Nacional en el Zócalo


Se tradujo en avalancha de violaciones a los derechos humanos la guerra calderonista contra el crimen organizado: Ibarra de Piedra

México, Distrito Federal
Domingo 05 de junio de 2011



* Discurso de la senadora Rosario Ibarra de Piedra, en la asamblea informativa del Movimiento Regeneración Nacional en el Zócalo de la ciudad de México

Ayer dio inicio en Cuernavaca la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad que habrá de concluir en Ciudad Juárez el 10 de junio.

Es la respuesta de amplios sectores sociales, muy amplios y distintos al clima de violencia y violación a los derechos humanos que se vive en nuestro país con la llamada "guerra contra el narcotráfico o contra el crimen organizado".

El Movimiento de Regeneración Nacional MORENA, obviamente es solidario con el reclamo de la marcha que dice ya basta y exige paz, así como con los reclamos de "No más sangre!" Por donde pase la Marcha —estoy segura— MORENA expresará su apoyo y solidaridad.

El origen de este clima de violencia y de descomposición social y política que hoy se vive es claramente político. El origen y responsabilidad principal de lo que ocurre se encuentra en el gobierno espurio que quiso cubrir su falta de legitimidad con una "guerra contra el crimen organizado" y con su chantajista llamado a la unidad nacional contra ese "enemigo común" de todos los mexicanos, como si todos fuésemos responsables.

El pueblo no se cree esa patraña, esa engañifa. Por eso el 8 de mayo al llegar aquí al zócalo, en la marcha que venía de Cuernavaca, la gran mayoría gritaba "¡Fuera Calderón!". No hay confusión sobre quién es el responsable de lo que ocurre.

Por eso no se puede creer que para salir de esta situación es necesario un acuerdo con "ese" gobierno. No es posible pactar con el gobierno que es responsable de la violencia e inseguridad actuales. El pacto de la sociedad contra el clima de violencia es un pacto contra el gobierno responsable del mismo.

La guerra contra el crimen, concepto del que ahora se arrepiente su autor, se ha traducido en la militarización del país y junto con ello, una avalancha de violaciones a derechos humanos y atropellos a la población civil por parte de las Fuerzas Armadas.

La demanda principal en la actualidad en este terreno es contra la militarización. Se dice que es ésta la que está en el origen de todas las muertes y violaciones a derechos que ocurren hoy: la violencia, los asesinatos -40 mil personas ejecutadas desde la llegada del gobierno espurio!

Para los que tenían dudas si el fraude del 2006 no era el equivalente a un golpe de Estado técnico está esa cifra espantosa del número de muertos, o el incremento terrible del número de desaparecidos.

Si la lista de desaparecidos políticos por los que hemos luchado por su libertad desde los días nefastos de Luis Echeverría nunca dejó de crecer en las décadas pasadas, desde la llegada del gobierno espurio ha crecido de manera estratosférica. Y junto con la militarización está la persistencia del fuero militar que asegura la impunidad.

Que prueba mas contundente de la impunidad que la vida en libertad de un ex-presidente como Echeverría, que compartió con Díaz Ordaz los crímenes del 2 de octubre de 1968 y que dejó el 10 de junio del 71 su rúbrica sangrienta.

Saber que el problema principal es la militarización, la exigencia que se ha resumido en la consigna de que los soldados regresen a sus cuarteles, permite no confundirse en relación a las demandas que nos pueden unir a todo el movimiento que defiende los derechos humanos.

Hay propuestas legislativas y demandas menores que son manejables por el Poder, porque las mejores reformas legislativas se quedan en el papel mientras se mantiene un régimen político que tiene su origen en el fraude y su compromiso con un programa neoliberal y antipopular que es sostenido e impuesto desde Estados Unidos y sus sucesivos planes México o Mérida y lo que desarrollan ya en lugares como Ciudad Juárez o con la presencia de aeronaves extranjeras en territorio nacional.

Afirmamos de nuevo: el problema es político y tiene que ver con la urgencia de ponerle fin a este régimen.

Por eso apoyamos todas las movilizaciones y movimientos contra la violencia y por la paz, y proponemos como eje central la lucha contra la militarización como exigencia al actual gobierno y de ninguna manera en acuerdo con el gobierno responsable de la violencia y por eso repetimos también que la perspectiva es de lucha política contra este gobierno como lo propone MORENA y su candidato, nuestro respetado y querido Andrés Manuel López Obrador.


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