* Discurso de Andrés Manuel López Obrador, presidente legítimo de México, en el inicio de la gira nacional Salvemos a México
Por razones históricas iniciamos aquí, en Morelia, Michoacán, la gira nacional Salvemos a México.
El pueblo michoacano siempre ha participado en las grandes transformaciones del país. Aquí, esos dos curas extraordinarios, rebeldes, Hidalgo y Morelos, se reunieron para iniciar el movimiento en favor de los desposeídos y de la independencia nacional.
De aquí era originario Melchor Ocampo, de inquebrantables principios liberales y asesor del presidente Benito Juárez, en aquellos tiempos en que un puñado de hombres que parecían gigantes, enfrentaron a la dictadura de Santa Anna, a los conservadores y a los invasores extranjeros para consumar las reformas y restaurar la República.
Fruto de esta tierra es, también, el general Lázaro Cárdenas del Río. El mejor presidente de México del siglo XX; quien dio respuesta a las demandas de justicia social del pueblo que participó en la Revolución, recuperó el petróleo y profesó un profundo amor por los pobres.
No puedo dejar de mencionar al general Francisco J. Mújica, otro michoacano, íntegro, honesto y de firmes convicciones revolucionarias.
Aquí, también, en Michoacán, en la historia reciente surgió el movimiento popular encabezado por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, que después del fraude de 1988 para imponer a Carlos Salinas, se convirtió en el principal referente para seguir luchando y hacer valer la democracia en el país.
Por eso, en estos momentos aciagos para el país, cuando es más que evidente la necesidad de un verdadero cambio, iniciamos aquí una nueva etapa de nuestro Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y desde aquí convocamos a todos los ciudadanos del país, mujeres y hombres de buena voluntad, a que juntos salvemos a México.
Este llamamiento lo hacemos a indígenas, campesinos, obreros, trabajadores independientes, servidores públicos, maestros, profesionistas, mujeres, jóvenes, integrantes de clases medias, intelectuales, artistas, artesanos, comerciantes y empresarios; es decir, a los sectores productivos y sociales, a personas de todas las corrientes de pensamiento, a religiosos y no creyentes, a militantes de los partidos políticos y de organizaciones ciudadanas; en fin, a todo el pueblo de México.
Convocamos a que esta alianza amplia y plural se pueda construir bajo tres lineamientos básicos.
1. Es imposible seguir soportando el predominio de un grupo minoritario que se ha dedicado a saquear al país, cancelando el futuro de millones de mexicanos y provocando la actual tragedia nacional. 2. Es urgente aplicar una nueva política en todos los órdenes de la vida pública, más humana, más justa, más igualitaria, para devolverle el bienestar, la tranquilidad y la felicidad al pueblo. 3. Aceptar que en las actuales circunstancias sólo el pueblo puede salvar al pueblo y sólo el pueblo organizado puede salvar a la nación.
Explico más cada uno de estos criterios. Según nuestra visión, la actual crisis se originó durante el gobierno de Carlos Salinas, cuando un grupo de se apropió de empresas, bancos y minas de oro, plata y cobre, que eran propiedad de todos los mexicanos. Y, como si fuese poco, también convirtieron el presupuesto público, que es dinero del pueblo, en botín de una minoría. A partir de entonces, se abandonó el campo, se dejaron de fomentar las actividades productivas, no les importó la creación de empleos, se apostó a la privatización de la educación, la salud y la seguridad social. Y de manera irresponsable, por más de 20 años, se les han cerrado las puertas a los jóvenes, que se han visto obligados a emigrar o a caer en las conductas antisociales. De ahí que sea indispensable derrotar a la actual oligarquía, de manera pacífica y por la vía electoral, para establecer en México una auténtica democracia, un gobierno del pueblo y para el pueblo.
Una vez logrado este propósito, debe aplicarse un nuevo proyecto de nación que contemple: abolir los privilegios, desterrar la corrupción, distribuir con justicia las riquezas nacionales, impulsar las actividades productivas y generar empleos, brindar a los jóvenes opciones de trabajo y educación, combatir la pobreza, establecer el Estado de bienestar, garantizar la seguridad pública e impulsar una nueva corriente de pensamiento para fortalecer valores culturales, morales y espirituales.
Y como es obvio, esta transformación no podrá llevarse a cabo si el pueblo no toma conciencia de la realidad y actúa para hacer valer sus derechos. No hay de otra. El cambio no se dará de arriba hacia abajo. Los potentados no quieren modificar el actual régimen de opresión. A ellos no les importa el destino del país ni el sufrimiento del pueblo. Por eso, la única salida que tenemos para enfrentar la decadencia que se padece depende de la voluntad del pueblo, e implica que la gente termine de despertar, se organice, participe, se movilice, y entre todos, se logre la renovación de la vida pública del país.
Esta es nuestra apuesta. Y, afortunadamente, hemos avanzado. El trabajo de mujeres y hombres conscientes, como ustedes, ha permitido que al día de hoy contemos con más de 2 mil comités municipales del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), en el que participan militantes del PRD, PT, Convergencia y muchos ciudadanos sin partido.
Asimismo ya existen 28 mil comités seccionales en todo el país y contamos con más de un millón de protagonistas del cambio verdadero.
Aunque todavía falta. La meta es que a finales de este año, lleguemos a 65 mil comités seccionales. Y para entonces, tengamos 4 millones de protagonistas del cambio verdadero, con la idea de que si cada uno convence a cinco más, podamos contar con 20 millones de ciudadanos y lograr de esta forma, de manera pacífica, con la participación organizada del pueblo, el objetivo superior de salvar a México.
Amigas y amigos:
Para decirlo con más claridad, estamos constituyendo un poder social, ciudadano, que permita llevar a cabo las reformas necesarias para darle una nueva viabilidad a la nación. También consideramos que el momento definitorio se presentará en las elecciones presidenciales del 2012. Esa es la fecha. Sabemos que en el tiempo que falta ocurrirán muchas cosas y que, desgraciadamente, habrá más sufrimiento y descomposición social y política, pero resolver de fondo la crisis de México, exige de un periodo previo de concientización y organización del pueblo para consumar los cambios. Por eso, toda nuestra imaginación y nuestro trabajo deben estar dedicados a prepararnos para acudir, en julio del año próximo, a esa cita que tenemos con la historia.
De igual forma, estamos conscientes que no será fácil triunfar. Enfrentamos a un grupo de intereses creados muy poderoso, con mucho dinero mal habido, que controla a la mayoría de los medios de comunicación para atontar y desorientar al pueblo. Pero tengamos fe, recordemos que en otras épocas hubo mexicanos que supieron estar a la altura de las circunstancias para heredarnos una patria libre, justa y soberana. A nosotros nos corresponde hacer lo mismo, pensando en las nuevas generaciones. La vida es demasiado corta para que ensuciarla en cosas que no valen la pena. Sigamos adelante. El camino está lleno de obstáculos, pero no hay nada más humano que ejercer la libertad en pos de causas justas y practicar el amor al prójimo
A todo esto es que a lo que convocamos, desde Michoacán, al pueblo de México.
Amigas y amigos:
Les pregunto a todos ustedes aquí reunidos: ¿Está claro cuál es el camino del cambio? ¿Están de acuerdo en participar en esta gesta histórica? ¿Hará cada quien lo que le corresponda para convencer a más gente?
Pues entonces, vamos con todo y por el bien de todos.
Y una última consideración. Nuestro movimiento participará en las elecciones de finales de este año en Michoacán. Estamos seguros que en la elección interna para postular al candidato o candidata del PRD, PT y Convergencia a la gubernatura, habrá limpieza y se respetará la voluntad que se exprese libremente en las urnas, como siempre ha sucedido por la ejemplar actitud de todos ustedes. Por nuestra parte, apoyaremos a quien obtenga el mayor respaldo popular, porque también es fundamental mantener la unidad por encima de intereses personales o de grupo.
De modo que hay que pensar en ganar la gubernatura y, al mismo tiempo, continuar trabajando para transformar a México.
¡Qué viva el pueblo de Michoacán! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México!
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