jueves, 25 de noviembre de 2010

DECLARACIÓN POLÍTICA DEL SEGUNDO ENCUENTRO DEL CONGRESO SOCIAL HACIA UN NUEVO CONSTITUYENTE


DECLARACIÓN POLÍTICA DEL SEGUNDO ENCUENTRO DEL CONGRESO SOCIAL HACIA UN NUEVO CONSTITUYENTE

En el bicentenario de la Independencia y centenario de la Revolución Mexicana, México vive un momento crucial en el que las contradicciones se han profundizado. Las organizaciones sociales reunidas en el segundo encuentro del Congreso Social hacia un nuevo Constituyente proclamamos que las condiciones de miseria, opresión, injusticia, corrupción y tiranía que provocaron dicho conflicto armado, se están reproduciendo incluso a una escala mayor en esta infausta época.

El capitalismo sufre su más grave crisis desde la gran depresión de 1928 y todo indica que se ha iniciado un largo periodo de estancamiento económico. Para intentar resolverlo, el capital ha emprendido una violenta ofensiva en contra de la clase trabajadora a nivel mundial, en donde la misma ha vuelto a ponerse de pie, emprendiendo una firme resistencia.

México vive una grave crisis económica. La cifra de desempleados y subempleados alcanza el 30 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA), los niveles de miseria alcanzan el 60 por ciento del total de la población y se han hundido los niveles de crecimiento económico. Esto es el resultado de la aplicación dogmática del neoliberalismo, de nuestra subordinación a la economía norteamericana, y de la incapacidad y corrupción del gobierno, el cual sirve a los intereses de la oligarquía nacional e internacional.

Esta crisis ha dado origen y se combina con una grave descomposición social. Anualmente cientos de miles de mexicanos se ven obligados a migrar a Estados Unidos o engrosar las filas de la llamada economía informal o de ser cooptados por la delincuencia organizada, provocado por la falta de empleo digno y con derechos. La magnitud de esta descomposición se refleja en el hecho de que estamos ante una real disputa por el control de amplias zonas del territorio nacional entre el ejército y la delincuencia. Calderón ha optado por una solución militarista que le permite crear un clima de terror que facilite conculcar garantías y derechos constitucionales, así como violentar los derechos humanos; criminalizar la protesta social, dirigida sobre todo al asesinato de jóvenes y mujeres; asignar a las fuerzas armadas un papel cada vez más determinante en la vida política; posibilitar la instauración de un Estado de Excepción; y profundizar la intervención militar de los Estados Unidos.

En el terreno laboral el gobierno ha impulsado una política orientada al desmantelamiento de la contratación colectiva, propiciando la precariedad laboral (tercialización, outsourcing), anulando el derecho de huelga, intentando destruir a las organizaciones sindicales democráticas y fomentando el sindicalismo de protección patronal. Ejemplo de esto último es el intento de destruir a los sindicatos minero y electricista, y recientemente a los pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra de Mexicana de Aviación.

Denunciamos también el intento de destruir el sistema de seguridad social y los derechos a la jubilación y a las pensiones. Para consolidar esta orientación el gobierno pretende imponer una reforma laboral que retornaría a la clase trabajadora a una situación anterior a la Revolución de 1910.
El campo mexicano es zona de desastre y la paciencia de millones de campesinos se ha agotado. Es urgente la renegociación del capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) para superar las asimetrías con Estados Unidos y Canadá y el establecimiento de políticas públicas para reactiva al sector agropecuario.

Nos encontramos ante un desastre nacional, frente al deterioro del Estado, la ofensiva contra las organizaciones sindicales progresistas y sus trabajadores que se refleja en la cancelación de la contratación colectiva y sus fuentes de trabajo al desmantelamiento sistemático de la educación, investigación, seguridad social y cultura; la degradación social y política y las serias afectaciones a la naturaleza con sus repercusiones en el cambio climático.

Esta situación reclama, por parte de todas las organizaciones del Congreso Social, que, haciendo a un lado todo sectarismo o fraccionalismo, emprendamos el camino de la unidad, coincidencia y la movilización. Es por ello que hemos alcanzado los siguientes acuerdos:
Por un nuevo régimen económico, político y social.

Estamos por la transformación económica, política y social de México.

El Nuevo proyecto de Nación debe rescatar y defender las conquistas y derechos de los trabajadores y el pueblo plasmados en la actual constitución, eso no se contrapone a continuar la lucha por la nueva constituyente.

Por un proyecto de nación donde el estado recupere la rectoría de la economía.

Por un Proyecto de Nación que fortalezca el sector social de la economía.

Por un Proyecto de Nación que priorice las actividades productivas, orientadas al mejoramiento continuo de las condiciones de vida de los mexicanos.
Por un proyecto de nación basado en la democracia directa y participativa y no en la democracia representativa que actualmente nos rige.

Por un Proyecto de Nación que contemple una república plurinacional, pluriétnica y pluricultural.

Por un gobierno que sea garante del proyecto de nación aquí planteado.

Por un proyecto de nación sustentable, que no ponga en riesgo la naturaleza y el medio ambiente.

Por un proyecto de Nación que respete y haga cumplir los derechos humanos y sociales.

Por un Proyecto de Nación que priorice la política social.

Por un proyecto de Nación en el que la población tenga la última palabra en la toma de las decisiones fundamentales del país.

No queremos el actual régimen de 30 familias de oligarcas.

Por un Proyecto de Nación que garantice el ejercicio pleno de los derechos de la mujer.

En este sentido se determina por este segundo encuentro continuar en la ruta hacia la Asamblea de un Nuevo Constituyente, que nos permita ir tejiendo los planteamientos de todos los sectores sociales, y de todos los rincones del país con un carácter incluyente para formar desde abajo, en un ejercicio realmente democrático, las instancias de mando y debate hasta construir un programa de gobierno el cual se establecerá por vía del hecho retomando el espíritu original del artículo 39 constitucional “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo el tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar el tipo de su gobierno”.

Para que la Asamblea Nacional Constituyente tenga la representación y la fuerza de transformación que reclama nuestra nación, se precisa formarse con los acuerdos emanados de asambleas locales y estatales. La Asamblea Estatal constituyente, discutirá los documentos básicos que emanen de este congreso social, pero tiene la necesidad de incluir todas las opiniones y propuestas que emanen en el primer nivel de gobierno que es el municipio, por eso habrán de conformarse las asambleas locales hacia un nuevo constituyente, a su vez las asambleas municipales se conformarán con delegados y resolutivos de asambleas territoriales y sectoriales.

Con los siguientes acuerdos:

  • Organizarnos y trabajar desde y con las bases construyendo el Poder Popular que derive en la convocatoria hacia un Nuevo Constituyente.
  • Se propone como ruta hacia la Asamblea Nacional Constituyente se convoque en los resolutivos de este foro, 21 de noviembre, a la formación de comisiones organizadoras estatales en las 31 entidades federativas y el Distrito Federal, dichas comisiones organizadoras estatales estarán integradas por representantes de todas las organizaciones, grupos, colectivos, etc. que retomen el espíritu de un Nuevo Constituyente.
  • Se acuerda realizar el siguiente tercer encuentro del Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente el día 5 de febrero de 2011, para evaluar el proceso de organización de los comités estatales, y en su caso, emitir la convocatoria para la realización de las asambleas municipales, sectoriales y territoriales.
  • Se resuelve que solo existe el consenso hacia el Congreso Social para la construcción de un Nuevo Constituyente.

Este encuentro define que es indispensable respetar y articular todas las formas de lucha de las que el pueblo se dote, todas las iniciativas y proyectos convirtiéndose en un polo de atracción del descontento popular nacional y sus organizaciones en un proceso de corto, mediano y largo plazo, con un eje programático.

Generando la más amplia difusión, propaganda, organización sectorial y territorial. Hacer a un lado las diferencias y encontrar todas las convergencias.

Avanzar en la construcción y consolidación del Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente a nivel, nacional, estatal, municipal, regional, distrital, sectorial, temático, por etnia, de jóvenes, mujeres, por centro de trabajo, barrio, colonia, universidad, escuela, comunidad, ranchería, ejido, pueblo, etc., Bajo una planificación, atención y vinculación permanente de la Comisión Nacional del Congreso Social con las asambleas, concejos o congreso locales y estatales.

Este encuentro acuerda que el Plan de Acción del Congreso Social hacia una Nueva Constituyente, deberá ser único, nacional, central y de masas; compuesto por una serie de acciones nacionales, locales, sectoriales y temáticas que nos permitan elevar las formas de lucha y organización y el nivel político e ideológico de la población.

En este sentido este encuentro resuelve que los resolutivos de la mesa cuatro sobre el plan de acción y los pronunciamientos forman parte de esta declaración y se llevarán a cabo respetando la autonomía de cada una de las organizaciones que participamos en este segundo encuentro del Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente.

México, D.F., a 21 de noviembre de 2010.

2º Encuentro Nacional del Congreso Social hacia un Nuevo Constituyente

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