domingo, 30 de mayo de 2010

El drama de México es el profundo desprecio que tiene la oligarquía por los trabajadores


• Cayetano Cabrera, ingeniero de LFC, pertenece al grupo que empezó el ayuno el pasado 25 de abril
Sólo le diría: le mintieron..., señala un huelguista que pide hablar con Calderón
•No dejaré que me lleven al hospital, afirma mientras uno de sus compañeros recibe atención médica

Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 30 de mayo de 2010, p. 15
Aquí estaban mis compañeros, dice Cayetano Cabrera, al tiempo que cuenta –con el índice derecho– ocho catres vacíos. Él pudo cumplir ayer 35 días en huelga de hambre. Yo no me voy, dice este ingeniero electricista, quien antes de trabajar en Luz y Fuerza del Centro (LFC) estuvo en Ferrocarriles Nacionales de México.
Ahí, (el presidente) Zedillo cerró la empresa, el líder sindical se vendió y los trabajadores no pudimos hacer nada. Hoy sí puedo participar en esta resistencia pacífica, porque el arma más poderosa es la ley. Soy de Oaxaca, donde somos gente terca; de ahí fue Benito Juárez. Mi padre luchó junto a Demetrio Vallejo (líder ferrocarrilero), así que, como él, estoy dispuesto a dejar todo, mi vida misma si es necesario, para mostrar mi coraje con este mal gobierno, expresa el ingeniero Cabrera, quien ya perdió 14 kilos. A su lado está su colega Jesús Alcalá.

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